El bag in box es una caja de cartón, que contiene en su interior una bolsa para almacenar el vino al vacío permitiendo conservar sus propiedades intactas evitando la oxidación. Además, la bolsa posee un grifo vertedor que minimiza la exposición al oxígeno permitiendo el consumo individual u ocasional y garantizando la calidad del producto desde la primera a la última copa sin necesidad de descorchar una botella, sin dudas, es un aliado perfecto en el hogar o para la venta de vino por copa en restaurantes. Entre las ventajas de este envase se encuentra, además, su condición de reciclable por lo que contribuye a la protección y al cuidado del medio ambiente. Al incorporar esta presentación, la bodega reduce la emisión de carbono ya que su fabricación genera un 79% menos de gases que la fabricación de botellas de vidrio. Asimismo, facilita la tarea logística, los insumos necesarios para producirlo se transportan y almacenan plegados con su consecuente disminución de peso.